ENCÉFALO. Antes del Nacimiento.

(Como juega la toma de decisiones)

Informe de Psic. Gonzalo Cosenza
Master en P. Neurolingúistica

En su primera fase, el embrión humano esta formado por unas cuantas células primitivas, que se reproducen hasta dar forma a los órganos vitales, in incluido el encéfalo.
A medida que el encéfalo del embrión crece , unas células, las neuronas, se dirigen a varios puntos de lo que, más adelante, constituirá el encéfalo. Este desplazamiento está dirigido por las células gliales, que indican a las neuronas, su desplazamiento final.
(Mas adelante, otras células gliales proporcionan la estructura física al encéfalo y contribuyen a enviar mensajes nerviosos).
Cuando alcanzan su destino, las células empiezan a especializarse: segregan unas sustancias químicas que les permiten agruparse y a organizar funciones encefálicas específicas. Las neuronas siguen creciendo hasta formar unas ramificaciones finas, llamadas axones que mandan mensajes eléctricos a las neuronas vecinas.
Otras fibras, las dendritas, reciben dichos mensajes. De hecho, los axones y las dendritas no están físicamente en contacto, sino que se encuentran separadas por una pequeña hendidura, llamada sinápsis. El modo en que un mensaje atraviesa ese vacío – y cuál es la dendrita que lo recibe – decide si reímos o lloramos, si suspiraos o gritamos. Los apartados “Neuronas” y “la hendidura esencial”, muestran cómo la sinápsis sirve de pieza básica de todas las decisiones.

A las tres semanas, el embrión humano no es otra cosa que una masa de células poco organizada. En las fases iniciales del desarrollo, parte de la capa externa se enrolla y forma el tubo neural, que más adelante se convertirá en el encéfalo y médula espinal.

A las siete semanas, el tubo neural se hunde bajo la superficie de la piel y se desarrolla para formar el sistema nervioso central.
El extremo anterior crece y da lugar al rombencéfalo, el mesencéfalo y el prosencéfalo. El resto del tubo es la médula espinal.

A las nueve semanas, la parte hueca del tubo neural se llena de líquido y se convierte en el conducto central de la médula espinal y los cuatro ventrículos cerebrales.

Al nacer, en encéfalo de un recién nacido pesa alrededor de 350 grasos. La actividad eléctrica de ciertas áreas del prosencéfalo es prácticamente nula en el momento del nacimiento, pero al cabo de siete u ocho meses es casi igual al de los adultos.
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