La Terapia Familiar
La terapia familiar consiste en un procedimiento en el que participan distintos miembros del grupo familiar que tienen dificultades o problemas de diversa índole y que precisan de una reorganización o de un cambio en el modo en el cual interactúan y se coordinan. El psicoterapeuta los guía directa e indirectamente a comprender y superar las dificultades que presentan, tanto en actividades realizadas en sesión como en “tareas e indicaciones” para que realicen durante la semana y que son revisadas en sesión posteriormente.
El procedimiento terapéutico familiar se caracteriza por una exploración rigurosa y la comprensión de lo que los distintos miembros de la familia presentan como problema, que por lo general tiende a ser discrepante entre las diferentes personas que asisten a terapia. Es por esto importante construir conjuntamente un motivo de consulta que les haga sentido a todos los miembros de la familia.
¿Qué problemas pueden ser abordados en terapia familiar?
Problemas
interpersonales de diversa índole que involucren a uno o más miembros
de la familia. Esto incluye “malas relaciones” entre miembros de la
familia, crisis familiares asociadas tanto a cambios externos
(económicos, laborales, habitacionales u otros) o internos al grupo
familiar (problema de algún o algunos miembro(s) de la familia),
dificultades al momento de coordinarse entre los adultos en cuanto a la
crianza y disciplina o cambios en la organización familiar (divorcio,
separaciones de hecho, vivir con personas ajenas al grupo familiar
nuclear, cambios propio de las distintas etapas del ciclo vital u
otros).
Motivos de consulta comunes son: cambios drásticos en la familia, enfermedad de alguno de los miembros, duelos, consecuencias familiares relacionadas con abuso sexual infantil, abuso de alguna sustancia (alcohol y/u otras drogas), descoordinación parental, cambios en la estructura familiar (nacimiento de hijos, muerte de algún miembro, divorcio u otro). También suelen ser problemas comunes conflictos familiares relacionados con los cambios durante el desarrollo de los niños y niñas en la adolescencia, momento en el cual emergen nuevas áreas de la individualidad personal como la orientación sexual, además de un distanciamiento e individuación a veces discrepante con las rutinas y costumbres familiares. En este sentido, la terapia familiar suele ser una adecuada oportunidad para acompañar a la familia a afrontar los cambios y las transformaciones de un modo diferente al que los miembros están llevando a cabo al momento de consultar y que les produce malestar.
Motivos de consulta comunes son: cambios drásticos en la familia, enfermedad de alguno de los miembros, duelos, consecuencias familiares relacionadas con abuso sexual infantil, abuso de alguna sustancia (alcohol y/u otras drogas), descoordinación parental, cambios en la estructura familiar (nacimiento de hijos, muerte de algún miembro, divorcio u otro). También suelen ser problemas comunes conflictos familiares relacionados con los cambios durante el desarrollo de los niños y niñas en la adolescencia, momento en el cual emergen nuevas áreas de la individualidad personal como la orientación sexual, además de un distanciamiento e individuación a veces discrepante con las rutinas y costumbres familiares. En este sentido, la terapia familiar suele ser una adecuada oportunidad para acompañar a la familia a afrontar los cambios y las transformaciones de un modo diferente al que los miembros están llevando a cabo al momento de consultar y que les produce malestar.
¿Qué familias pueden participar de una terapia familiar?
Cualquier familia. Hoy lo que entendemos
por familia es muy distinto a lo que era una familia hace décadas. Es
cada vez más común hoy ver que las familias están en permanente cambio y
pueden componerse de muchos diferentes modos. En este sentido, no
hacemos diferencia entre lo que ustedes entienden por familia y lo que
“es” una familia según los consensos sociales más tradicionales y
conservadores. Hay familias muy distintas entre sí y lo que define hoy a
la familia no es la relación formal de matrimonio con hijos que
tradicionalmente ha sido la forma clásica de familia, sino que la
relación de intimidad y convivencia que mutuamente aceptan los distintos
miembros adultos del grupo y a los niños, niñas, adolescentes y
mascotas que también participan de la vida familiar. Por esto, una
familia puede ser monoparental, homoparental, biparental o de cualquier
otra estructura que incluya a otros miembros: abuelos, otros miembros de
la familia extensa, amigos u otros.
http://www.psicologosmontevideo.com/lic-psic-gonzalo-cosenza
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